Rescate sí, pero hoy no, mañana.
Andamos todos un tanto
despistados con el asunto del rescate cuya posibilidad parece que se aleja,
pero que 4 comentarios lo vuelven a poner como si ya fuese mañana, para pasado
mañana volver a alejarse y así sucesivamente.
Las previsiones macro para
nuestro país en 2013 son de contracción del 1% del PIB, por lo que es dudosa la
creación de empleo este año. Esto nos podría ya en el 6 año consecutivo de
caída del PIB. Todos los componentes de la demanda interna presentan claros
signos de estancamiento y poco margen de
mejora: Consumo de las familias (incremento de la presión fiscal, reducción de
los rendimientos del ahorro y reducción de los rendimientos del trabajo), la
inversión empresarial (restricción del crédito bancario, reducción de la
generación de liquidez, debilidad de los balances, deterioro del patrimonio
neto y reducción de las subvenciones e incentivos) y el gasto público (políticas fiscales
contractivas y déficit fiscal).
Sin embargo hay hechos positivos,
como la mejora de nuestra balanza por cuenta corriente. Hemos mejorado mucho
las exportaciones en bienes y servicios (la componente de balanza comercial) y
parece que comienza a mejorar la de rentas (cobros e inversiones exteriores)
y por fin, recuperación del
crecimiento, y por tanto de la creación de empleo, previsto para el 2014.
Sin entrar en valorar en este
post las medidas locales adoptadas, el problema es que esta recuperación de
2014 depende de factores que no podemos controlar como país en su totalidad y
que son:
1)
La consolidación de la unión bancaria europea,
la creación de una supervisión única y un fondo de garantía de depósitos para
evitar la fuga de capitales a los países del núcleo de Europa.
2)
La unión fiscal y mutualización de la deuda en
la zona Euro, ya que no se entiende un BCE más intervencionista sin unificar y
alinear políticas fiscales y monetarias conjuntas en la zona de influencia de
la moneda.
3)
El mantenimiento del discurso y la disposición
del BCE a la compra de deuda de países de la periferia para aliviar los costes
de financiación (y hacerlo cuando realmente sea el caso). Mario Dragui anunció
estas medidas que esperemos se mantengan cuando llegue el momento.
4)
Si bien parece difícil que la UE nos rebaje los
objetivos finales de déficit (de hecho sería contraproducente en términos de la
UE) ayudaría y mucho relajar los plazos para alcanzar dicho objetivo final.
Esta sería una de las medidas que necesita España, junto claro, con que dicho
relax se aplique de forma inteligente por parte del gobierno local.
5)
Y no de los más preocupantes, que los países que
conforman el núcleo de la zona euro, no entren nuevamente en recesión.
Y estas
condiciones tienen riesgos significativos de no mantenerse. Los más destacados
son los resultados de las elecciones en Italia y Alemania o la posibilidad de
nuevas turbulencias en los mercados financieros.
Si estas
condiciones no se cumplen el rescate es inevitable. Seguramente no se hará como
en Grecia (mediante líneas de crédito) si no que se haría mediante compra de
deuda por parte del BCE, lo que conllevará al control europeo de las cuentas
del estado,
En otro post
hablaré sobre la reestructuración del sistema bancario español, que parte ya,
de errores de diseño graves y que seguirán lastrando la fluidez del crédito.
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